miércoles, 2 de marzo de 2011

LECTURA 13-CONCEPTOS DE LITERATURA

POESÍA[1]
Metáfora. Figura de expresión que presenta como idénticos dos términos distintos; equivalencia entre realidades y fantasías. Su boca, una concha de nácar.
Metonimia. Figura consistente en llamar a una cosa con el nombre de otra en razón de la relación que existe entre ellas.
Del museo se robaron un Leonardo.
Tomaron unas copas.
Abusó de su bondad.
Comparación. Figura literaria que consiste en relacionar una cosa con otra para mostrar su similitud o desemejanza con respecto a ella.
Hipérbole. Figura que exagera las cualidades del objeto o las expresiones mismas, para dar efecto de grandilocuencia, de mayor dramatismo o de subrayar la sátira.
Hipérbaton. Forma de construcción que consiste en modificar el orden considerado normal de las palabras en el enunciado.
Sinestesia. Imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por otra sensación que afecta a un sentido diferente.
Tropos
La palabra tropo significa en griego cambio, vuelta, giro. Damos a entender con ella la mutación que ha padecido el significado primitivo o recto de un vocablo o de una frase entera al pasar a otro distinto, que tiene con el primero alguna relación de semejanza o analogía.
            En el lenguaje tropológico, del que constantemente usamos sin apenas darnos cuenta, no pueden tomarse las palabras en su propia significación, sino que han de entenderse según un sentido figurado que les presta la cualidad real que evocan. Cuando hablamos del cristal del océano, la palabra cristal, que sustituye a agua, está tomada no en su íntegra materialidad, sino únicamente como evocación de una superficie marina, tranquila y transparente. Cuando nos referimos a unos labios de coral, la voz coral limita aquí su significado al color, no a la materia.
            Hay que buscar el origen de los tropos en tres causas principales. La primera, el constante deseo de los escritores de embellecer el lenguaje y dotarlo de mayor gracia, energía y delicadeza. La segunda, que, siendo el número de ideas muchísimo mayor que el de palabras, hubo necesidad de dar a un mismo vocablo varios significados. La tercera, es la asociación de ideas, en virtud de la cual, muchas veces, al prestar atención a un pensamiento, evocamos otros que están relacionados con él por alguna circunstancia de conexión, tiempo, lugar, semejanza, etcétera.
            Como son tres las principales relaciones basadas en la asociación de ideas; relación de coexistencia, de sucesión o dependencia, y de semejanza, se distinguen también tres clases de tropos: sinécdoque, metonimia y metáfora.
Sinécdoque. Es un tropo que expresa una idea con el nombre de otra que tenga con la primera una relación de coexistencia.
Especies de sinécdoque. La sinécdoque presenta diferentes variedades, pues se puede tomar:
a)      El todo por la parte y viceversa:
Es de oro su cabeza refulgente, por los cabellos; brillaban las lanzas, por las puntas de metal; una escuadra de cien velas, por barcos¸ cabezas de ganado, por reses.
b)      El género por la especie y al contrario:
El bruto saltó la barrera, por el toro; todos los mortales, por los hombres; ganarse el pan, por el sustento; no tener un peso, por dinero.
c)      La especie por el individuo y al contrario:
El Apóstol, el Libertador, el Cartaginés, por San Pablo, Bolívar, Aníbal; es un Nerón, un Mecenas, un Demóstenes, por un hombre cruel, un protector de los literatos, un orador.
d)     El singular por el plural y al revés:
El mexicano es libre, el sabio es distraído, por los mexicanos, los sabios; decíamos ayer, por decía.
e)      La materia por la obra:
Truena el bronce, por el cañón; vuelve al acero a la vaina, por la espada; sopló la luz de la cera y sumiéndose en la lana, por vela y colchón.
f)       Lo abstracto por lo concreto:
Triunfó la revolución, la ignorancia es atrevida, México exigió justicia, por los revolucionarios, los ignorantes y los mexicanos.
g)      El continente por el contenido:
Aplaudió el teatro entero, por los espectadores.
Casos especiales de sinécdoque tenemos en la antonomasia y en el símbolo. Consiste la primera en designar a un individuo insigne con un nombre común. Así, en la Edad Media, con el filósofo se aludía siempre, por antonomasia, a Aristóteles, y con el poeta, a Virgilio.
            El símbolo consiste en designar un conjunto o un concepto moral con el nombre de un individuo o un objeto perteneciente a aquéllos. Hay símbolo, por ejemplo, cuando decimos que la Cruz derrotó a la Media Luna, donde la Cruz está por la Cristiandad y la Media Luna por el Islam.
Metonimia. De una palabra griega que significa transposición o transmutación de un nombre en otro, la metonimia consiste en designar una cosa con el nombre de otra por existir entre ambas alguna relación de sucesión o dependencia.
Especies de metonimia. Sus variedades principales son las siguientes:
a)      Del antecedente por el consiguiente y al contrario:
Aquí fue Troya, por ya no existe¸ aquí se meció su cuna, por nació.
b)      De la causa por el efecto o del efecto por la causa:
El sol le entró por la cabeza, por el calor; vive de su trabajo, por el producto de su trabajo; respetar las canas, por la ancianidad.
c)      Del autor o inventor por sus obras:
Leer a Cervantes, poseer un Velázquez, consultar el Espasa.
d)     Del instrumento por la causa activa:
El primer violín de la orquesta, la mejor pluma de la redacción.
e)      Del lugar por la cosa que de él procede:
Un jerez, un burdeos, un oporto; telas de casimir, de damasco.
f)       Del signo por la cosa significada:
El laurel, por la victoria; la oliva, por la paz; el trono y el altar, por la monarquía y la iglesia.
g)      De lo físico por lo moral:
Hombre sin corazón, sin seso, por de malos sentimientos, de escaso juicio.
h)      Del dueño o patrón de un lugar por el lugar mismo:
Oír misa en el Carmen, comer en Prendes.
Metáfora. El tropo por excelencia es la metáfora. Consiste en expresar una idea con el nombre de otra que tenga con ella cierta relación de semejanza.
En la metáfora reside la esencia de la visión poética. Es la revelación directa y más inmediata de la visión personal del poeta. Traduce su modo de ver la realidad, de tal manera que no hay para él otra expresión posible. Es su lenguaje natural. Pero no es exclusiva de los poetas: hacemos de ella continuo uso en la lengua ordinaria.
            La metáfora se basa en el parecido entre un plano real y un plano evocado. Sólo que el plano evocado posee casi siempre mayor intensidad o más expresividad que el mismo real.
            Ejemplos de metáfora:
            El ancho dorso del mar, por la superficie del mar.
                                                           Homero.
            Me muerde el diente de la envidia, por me ataca la envidia.
                                                           Horacio.
            Alanceó los montes, por cayeron rayos en los montes.
                                                           Horacio.
            El polvo roba el día, por el polvo oscurece la luz.
                                                           Fray Luis de León.
            Las horas que limando están los días, por las horas hacen pasar el día.
                                                           Góngora.
            Los tejados encrespan el oleaje, por los tejados ondulados.
                                                           Gerardo Diego.
            Los hilos del aguacero, por las continuas gotas de agua.
                                                           Antonio Machado.
            Por el olivar venían, oro y sueño, los gitanos.
                                                           Federico García Lorca.
            El jinete se acercaba tocando el tambor del llano.
                                                           Federico García Lorca.

Alegoría. Es una metáfora continuada, en la que cada elemento del plano real se corresponde con otro del plano evocado.
            Por lo general, el plano real es aquí una idea abstracta; en cambio, el plano evocado, es decir, el que nombramos en la alegoría, es siempre de carácter sensible y concreto.
            Alma, región luciente,
prado de bienandanza, que ni al hielo
ni con el rayo ardiente
falleces, fértil suelo,
producidor eterno de consuelo.
                                   Fray Luis de León.
TEATRO
Teatro. Latín theatrum, del griego théatron, teatro, de theásthai: mirar, observar, ver.
Drama: hecho, acción, de dran: hacer, actuar.
La acción no ha de ser sólo narrada, sino representada en un escenario para ser vista por los espectadores. No basta el diálogo, sino que una acción acompañe y motive el diálogo.
                        Acción
Obra dramática           Diálogo
                        Representación

La obra dramática puede realizarse en verso o en prosa.
Grecia. Desarrollo del teatro. División entre representaciones litúrgicas y las populares. Se introducen el coro y el corifeo.
Corifeo: el que guiaba el coro en las antiguas tragedias griegas y romanas.
Coro: en las tragedias griegas, conjunto de actores que comentaban la acción en los intervalos de la representación.
Se implantan las tres unidades: de acción, de lugar y de tiempo.
Se combinaron los cantos con los ademanes; se acudió al recurso de la máscara y se estableció una técnica teatral que combinaba plástica, movimiento y poesía.
Tragedia. Surge del ditirambo compuesto en honor de Dionisos; la comedia, de ciertas mascaradas, en honor de Dionisos, por la vendimia.
Los máximos trágicos en el teatro griego clásico fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides; Aristófanes sobresalió en la comedia.
Romanos. Teatro ajeno a la religión. No destaca por su calidad, los actores son menospreciados.
Edad Media: enfoque religioso. Navidad y Pasión de Cristo: representaciones. Misterio: escenas de la vida de Cristo. Auto sacramental, comedias de santos.
Juglares: juegos de escarnio y farsas.
Renacimiento y barroco: entra el elemento profano.
Shakespeare: producto neto del Renacimiento.
En España sobresale Félix Lope de Vega, quien mezcla lo trágico con lo cómico.
S. XIX: romanticismo, realismo.
S. XX: se pone el énfasis en el papel social del teatro. Surge la experimentación.
Elementos dramáticos:
a)      Lucha, oposición y conflictos por choque de ideas, pasiones e intereses.
b)      Acción dramática. Se concentra en el limitado tiempo de la representación.
c)      Estructura:
-exposición (antecedentes, prólogo).
-nudo – alcanzan el clímax las fuerzas en pugna. Complicación de la historia.
-Desenlace – debe ser natural y lógico, rápido e inesperado, decisivo y completo. Puede ser feliz –conciliación de elementos en pugna- o desgraciado –no se evita la catástrofe.
d)     Caracteres dramáticos bien definidos.
e)      Interés. Caracteres humanos, choque y conflicto de pasiones, colorido de sucesos, situaciones dramáticas.
f)       Expresión (sincera, vigorosa, sentida, natural, sencilla) y diálogo (acorde con los personajes).
Factores no literarios: escenografía; ritmo de la escena; mímica y voz de los actores; juegos de luz; efectos sonoros; música.
La obra dramática se divide en actos (subida y descenso del telón), cuadro (parte del acto en que se mantiene la misma decoración), escena (subdivisión de cuadros o actos; cambia la escena cuando entra o sale algún actor); diálogo (conservación entre dos o más personajes); monólogo o soliloquio (un personaje habla solo); apartes (el actor o actores hablan con el público, fingiendo que no oyen los demás actores en escena).
Tragedia. Obra dramática extensa, en la que el diálogo, la acción y los caracteres están revestidos de solemnidad y cuyo final es de índole infausta.
Los personajes son víctimas de pasiones, no las puedan dominar, los gobierna la fatalidad. Puede haber muerte. Sentido profundo: razones íntimas no externas.
Interés en la crisis.
Finalidad aleccionadora: por medio de la compasión compurga los ánimos de las pasiones: catarsis.
Griegos: fatalidad inexorable.
Modernidad: móvil de la acción es el libre albedrío del hombre, responsable de sus actos.
Comedia. Reproducción de la vida con sus contrasentidos y complicaciones.
Tono alegre.
Finalidad: el esparcimiento y no el alto ejemplo.
Final feliz.
Las consecuencias del conflicto planteado pueden ser de orden moral, sin las deducciones trascendentales de la tragedia.
Puede ser sólo distracción (aunque puede entrañar también una severa crítica o burla a personas o situaciones de la sociedad).
Objeto de la comedia: exponer al criterio del público los extravíos y defectos morales del ser humano.
Fin: deleitando, hacer aborrecibles dichos defectos y extravíos.
Materia: acciones humanas ridiculizables o que sirven de ejemplo una vez corregidas.
Personajes: no históricos, sino ficticios, niveles sociales medios o bajos.
Acción: no complicada ni sencilla, sino original y verosímil.
Diálogo: vivo, flexible, de un realismo absoluto.
Estilo: correcto y natural.
Drama. Desarrolla, con elementos trágicos y cómicos, una acción humana interesante, que se manifiesta con los caracteres de la realidad. Entre comedia y tragedia, más fiel a la realidad, no todo es triste ni alegre.
Personajes: pasiones no tan violentas ni exageradas como en la tragedia. Tono no tan elevado. Final desventurado.
Tipos de obras.
Auto sacramental. Motivo religioso.
Farsa. Busca hacer reír al público.
Paso. Pieza breve de asunto cómico.
Entremés. Un solo acto, ambiente popular.
Sainete. Obra cómica, de un solo acto, satírica, picaresca, retrata tipos y costumbres populares.


[1] En: Montes de Oca, Francisco (2006), Teoría y técnica de la literatura, México, Porrúa.

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