EL ENSAYO[1]
Este género pertenece a la llamada “literatura de ideas”. A través del ensayo se presentan al lector valores, normas, creencias, hipótesis, presupuestos que sustenta determinado individuo: el autor. El ensayista plantea sus propias ideas, aunque frecuentemente dándole voz a determinado grupo social con el que se identifica.
El ensayo debe sugerir, inquietar, ser capaz de suscitar nuestro asombro y nuestra respuesta, pero también de atraernos, de envolvernos en su textura. No sólo importa lo que se dice, sino cómo se dice. Las ideas y la forma de expresarlas deben provocarnos, obligarnos a participar, a favor o en contra, con certeza o duda, pero producir una opinión, una crítica, una postura personal.
El ensayo, al estar ligado al mundo de las ideas, se halla fuertemente impregnado de ideología; al ser una manifestación personal, adquiere un tinte subjetivo; y, en su intención de sugerir, adentra en los terrenos de la literatura, del lenguaje polisémico, de un estilo que no evade el uso de figuras líricas o poéticas, o de una forma personal de decir las cosas, por tanto, abiertas a la interpretación; más que denotar, connota.
Este tipo de escrito pretende incitar en el lector su participación, invitarle a emitir juicios sobre la materia o los temas que aborda, amplios y variados como el mundo del conocimiento. Por la forma que asume para plantear sus contenidos, es necesario considerar una característica fundamental del ensayo: el discurso persuasivo. La opinión supone un interlocutor, alguien al que se pretende convencer o persuadir, incitar a la reflexión, al juicio valorativo.
Definición de Federico Patán: Ensayo significa la exploración de un tema. El autor examina algún aspecto del mundo, procurando mediante dicho examen alcanzar ciertas conclusiones, por lo general tentativas en uno u otro grado. Al lector corresponde desplazarse por dicha senda y aceptar las premisas últimas del texto u oponerse a ella.
Definición de Sainz de Robles: (Ensayo es): Escrito generalmente breve, en el que se expone, analiza y comenta un tema sin la extensión ni profundidad que exigen el tratado o el manual; 2. título de numerosas obras –elementales o no- en que se trata una cuestión “desde un punto de vista restringido”. Ejemplos: Ensayos de Montaigne; Ensayos sobre el entendimiento humano de Locke; El laberinto de la soledad de Octavio Paz, y La raza cósmica de José Vasconcelos.
CARACTERÍSTICAS DEL ENSAYO
-Presenta la visión personal del autor, por tanto, es más o menos subjetivo.
-Puede abordar cualquier tópico, tema o asunto: arte, literatura, historia, política, economía, filosofía, psicología; la vida cotidiana o las grandes ideas, la realidad en toda su amplitud de facetas o el mundo de los deseos, de lo posible imaginado.
-Resalta la postura crítica del autor, pero desde una perspectiva creativa, sugerente, dialogante.
-No pretende tener la última palabra o la verdad más acabada, sino construir hipótesis que, a lo mejor con el tiempo, podrán convertirse en postulados teóricos.
-Se dirige a un lector medio, no especializado. Su objetivo es el de la divulgación de ideas, de opiniones para despertar el interés de un lector dispuesto al diálogo con el texto.
-Se prefiere un estilo sencillo, ameno, de fácil comprensión para ese lector medio al que se dirige. Aunque se eche mano del lenguaje literario que invite a la interpretación.
-Se estructura en una progresión de ideas en la que la información fehaciente se mezcla con reflexiones, opiniones, argumentos.
-Se estructura en una progresión de ideas en la que la información fehaciente se mezcla con reflexiones, opiniones, argumentos.
Para optar por la redacción de un ensayo necesitas tener una posición personal respecto a un tema relevante para ti. Bajo esa visión subjetiva, propia, mantener una visión crítica o creativa, innovadora. Poseer la habilidad de manejar un lenguaje sencillo, ameno, pero más connotativo, con cierto valor literario. Ser capaz de utilizar información respecto a tu tema, pero siempre manteniendo un carácter reflexivo.
No olvidar que aunque se puede partir de una anécdota, de algún hecho cualquiera o de una simple opinión o postura personal, ese más o menos subjetivo deberá guiar a un punto de vista universalmente válido, sin olvidar el análisis objetivo, la comprobación mediante lo teóricamente aceptado y que forma parte de tu lenguaje como estudiante.
ACTIVIDAD
1. Redacta un ensayo formal con una estructura clásica: introducción, desarrollo y conclusiones.
a. Introducción: contiene el objetivo, qué se pretende demostrar; el tema o asunto a tratar, esto es sobre qué va a hablar, cuál es la propuesta o tesis a considerar; una hipótesis, es decir, un supuesto al que se pretende llegar. En síntesis: de qué voy a hablar, por qué pretendo hablar de eso, cómo voy a hacerlo y a dónde quiero llegar.
b. Desarrollo o cuerpo del trabajo: en estos párrafos se va a describir lo más adecuadamente posible el objeto de estudio; después explicar, argumentar y dar detalles para sustentar la opinión o tesis respecto a ese objeto de estudio, es decir, dar las evidencias necesarias para validar tus opiniones, tus argumentos, tus creencias.
c. Comentarios: pueden integrarse en el desarrollo o cuerpo del trabajo, o en otros párrafos para reforzar, retroalimentar, replantear sus opiniones.
d. Conclusiones: después de describir, analizar, criticar, comentar a lo largo del cuerpo del trabajo; las conclusiones deben mostrar y comprobar la validez de la(s) tesis u opinión(es) expuestas a lo largo del trabajo.
2. Escribe un ensayo informal sobre el mismo tema anterior, o sobre otro del cual tengas una opinión. Este tipo de ensayos responde a la estructura adecuada para el tema a tratar. El ensayista elige plantear las opiniones que tiene sobre un tema mediante estructuras argumentativas como pros-contras; causas-consecuencias, antes-ahora; interrogación-respuesta; lógica o cronológicamente, etc. Es recomendable plantearse una introducción –con los elementos citados arriba- y llegar a conclusiones.
3. Algunas recomendaciones para redactar un ensayo son las siguientes:
a. Plantea el tema o asunto como si fuera una tesis, una propuesta, y no únicamente un tópico. Por ejemplo: “La importancia de la computación” es un tópico. “La computación ha venido a modificar los sistemas administrativos” es una propuesta o tesis. Si decimos “La computación ha venido a modificar favorablemente los sistemas administrativos”, resulta más efectiva. Una tesis –planteamiento, opinión, propuesta- nos permite partir de lo que deseamos probar o comprobar.
b. Encuentra información específica para comprobar tu tesis. Además de tu experiencia personal, es necesario sustentarla con datos, ejemplos, citas u opiniones de otros que refuercen, sustenten, comprueben tu planteamiento personal.
c. Organiza tus ideas en un esquema o índice, esto te permite estructurar tu trabajo mediante un orden que sea el hilo conductor del ensayo.
d. Recuerda siempre que escribir es un proceso de reescritura. Revisar tantas veces como sea necesario para corregir errores de sintaxis, ortografía, puntuación, vocabulario, énfasis. No basta con que entiendas el texto, piensa en tu lector, a esa persona a quien le estás diciendo lo que piensas.
[1] Basados en: Núñez Ang, Eugenio, Ensayo y memoria. Trabajos académicos: actividades y sugerencias, Toluca, UAEM, 2009.
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