LECTURA DIECISÉIS-UNA DE WIKILEAKS

GRAVEDAD IGNORADA

Víctor Roura

(El Financiero, 26 de enero de 2011.)

Lo grave del caso de las informaciones deslizadas por Wikileaks —en su mayoría comentarios, opiniones, calificativos, incluso sorna y rebajamiento, sobre el trabajo de los funcionarios ajenos al cuerpo político norteamericano— es que los supuestos afectados continúan sus labores como si en efecto no hubiera ocurrido ninguna gravedad en el mundo exterior, al grado de que, por ejemplo, el cardenal Tarsicio Bertone, el secretario de Estado del Vaticano, al enterarse de que Julieta Valls, la encargada de la embajada estadunidense en esa denominada Santa Sede, lo mencionaba como “un hombre sin experiencia diplomática” minimizándolo al nombrarlo como un simple “yes man” (un hombre que dice sí a cualquier cosa, como la servidumbre en una mansión), respondió que estaba “muy orgulloso de haber sido bien definido”: “Esa imagen divertida representa realmente mi buena sintonía con la acción pastoral del papa”, añadió Bertone. Y no sucedió nada, como tampoco ocurrió nada durante la reciente visita de Hillary Clinton a México, todos tan cordiales, acaso porque nuestros funcionarios saben muy bien de sus corrupciones y sus complicidades con el caos político reinante en el país. ¡Tal vez, como el cardenal, están orgullosos de ser definidos tan correctamente por sus colegas norteamericanos, tan acostumbrados a hablar con reciedumbre logística!