miércoles, 2 de marzo de 2011

LECTURA VEINTICUATRO-EL DISCURSO CIENTÍFICO

ESTRUCTURA LINGÜÍSTICA DEL TEXTO CIENTÍFICO
La estructura lingüística de un texto está determinada por la manera como éste utiliza la semántica y la sintáctica.
Semántica: es el estudio de la significación de las palabras.
Sintaxis: es la parte de la gramática que enseña a coordinar y unir las palabras para formar las oraciones y expresar conceptos. El adjetivo sintáctica significa perteneciente o relativo a la sintaxis.
La estructura lingüística de un texto está determinada por la manera como utiliza el significado de las palabras, y por la manera como estructura las oraciones y expresa los conceptos.
Todo texto, en cualquier tipo de lenguaje, utiliza palabras y oraciones. El texto científico las utiliza de una manera muy especial, que lo diferencia de otros lenguajes o discursos.
            Desde el punto de vista de la semántica (uso y significado de las palabras), un texto científico se caracteriza por los siguientes aspectos:
§  Utiliza terminología científica.
§  Utiliza muchos términos técnicos, tecnicismos, propios del tema o del área de conocimiento que está tratando.
§  Cuando no existen en la lengua los términos adecuados para nombrar o describir los objetos o los fenómenos que está estudiando, construye sus propios términos o conceptos, neologismos.
§  Estos tecnicismos y neologismos van siempre referidos al objeto de estudio, y tratan de explicarlo lo mejor posible; es decir, son objetivos.
§  En cuanto al uso de las palabras, un texto científico no se permite digresiones, sino que siempre va directo a la esencia de las cosas o de los objetos que está estudiando.
Desde el punto de vista de la sintáctica (manera de utilizar la sintaxis para estructurar las oraciones y expresar los conceptos), el texto científico se caracteriza por los siguientes aspectos:
§  Respeta las reglas generales de la sintaxis, comunes a todo escrito.
§  En especial, respeta la concordancia de los tiempos (pasado, presente, futuro) y de los modos (indicativo, subjuntivo, imperativo).
§  Respecta la concordancia del sujeto y la del género del mismo.
§  Respeta las reglas de puntuación, ya que de ellas depende, en gran medida, la claridad del escrito.
§  Es conciso, va directo al punto a tratar.
§  Es coherente, lógico y sistemático.
***
INTENCIÓN COMUNICATIVA DEL TEXTO CIENTÍFICO
El segundo gran elemento que describe al texto científico es su intención comunicativa.
Todo escrito, por supuesto, tiene una intención comunicativa. Pero la intención comunicativa del texto científico es cualitativamente diferente a la de los textos escritos con otros lenguajes o discursos.
            En el lenguaje periodístico, por ejemplo, la intención comunicativa consiste en informar a la comunidad sobre los últimos acontecimientos de la vida pública, y en contribuir a formar su opinión sobre los asuntos de interés común.
            En cambio, la intención comunicativa del texto científico es la preservación, transmisión y futura construcción del conocimiento científico y del saber humano.
Un texto científico no se escribe para transmitir sentimientos (como la poesía), ni para entretener al lector, ni para informar sobre los últimos acontecimientos (como los periódicos), ni para formar la opinión pública (como los editoriales).

CARACTERÍSTICAS DEL DISCURSO CIENTÍFICO
Son: universalidad, objetividad, racionalidad y sistematicidad.
Universalidad. El discurso de carácter científico es universal, es decir, pertenece a todos los países y a todos los tiempos.
            Una de las características de los textos que utilizan el lenguaje científico es que suelen ser traducidos a diferentes idiomas, porque su contenido puede ser de interés para las personas de todo el mundo.
            Muchos congresos y simposia son de carácter internacional, porque los temas que se tratan en ellos son de interés para una gran cantidad de personas. En este tipo de congresos se estila la traducción simultánea a varios idiomas, con el fin de que todos los asistentes puedan entender el contenido de las ponencias que se presentan.
            Los documentales científicos, por ejemplo los de Jacques Cousteau, son traducidos a casi todos los idiomas, y son vistos y entendidos por gente de todo el mundo.
Objetividad. La objetividad del discurso científico se refiere a un objeto de conocimiento, y lo trata de manera desinteresada, desapasionada, lo estudia, analiza y describe apegándose lo más posible a su naturaleza propia.
            En el discurso científico no entra, o no debe entrar, la ideología personal del que habla o escribe. Debe tratar el asunto lo más objetivamente posible, independientemente de sus creencias religiosas, de su ideología política o social, de su forma personal de ver el mundo.
            Por ejemplo, en el estudio de los volcanes, el conocimiento científico que se obtenga sobre ellos, no debe cambiar porque el investigador pertenezca a una religión determinada o a un partido político.
            Gracias a esta característica, los científicos de todo el mundo que estudian un mismo objeto del conocimiento se identifican entre sí, pueden comunicarse sin obstáculos, pueden compartir sus conocimientos y lograr, de esta manera, un mayor avance de la ciencia y del conocimiento.
Racionalidad. El discurso científico es racional, lógico y se ajusta a los mecanismos y procedimientos de la razón humana.
            En el discurso científico no debe entrar la fantasía, la imaginación o la creatividad. Si así fuera, estaríamos hablando de otro género, el de la ciencia ficción, que pertenece más al lenguaje literario que al científico.
            La razón humana se caracteriza por manejarse con base en ideas, juicios y raciocinios, los cuales son regidos siempre por las leyes de la lógica.
            Las ideas expresadas en un discurso científico, sean orales o escritas, deben estar fundamentadas en la realidad, en la objetividad, en la investigación y en la experimentación. No pueden ser fruto únicamente de la imaginación o de la intuición del que las emite.
Sistematicidad. El discurso científico debe ser coherente, sistemático, va paso por paso, punto por punto, de acuerdo con un método, un plan o un procedimiento.
            El discurso científico sigue un orden predeterminado, mediante el cual va construyendo un sistema de conocimientos. Sin ese orden, sin ese método, el conocimiento no iría avanzando, no se iría construyendo, no iría mejorando.
            Cuando uno escucha una conferencia o lee un texto de carácter científico, es relativamente fácil elaborar un esquema del mismo, ya que se notan claramente los puntos que el autor va siguiendo paso a paso.
            En otros lenguajes, por ejemplo en el literario, la sistematicidad puede ser sacrificada con el fin de lograr otros efectos en el lector, como el suspenso, la angustia, la sorpresa, etcétera. En cambio, en el discurso científico la sistematicidad es una característica esencial, sin la cual dejaría de ser científico.

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